Tuve un día memorias de nuestras caras
envueltas de infierno..
Y te recordé: tragando mi sangre,
comiendome la carne,
pudriéndote por dentro.
Me ví, rugiéndole al cielo
que se lleve (de un saque) tu espectro.
Creyendo que los rasguños del cuerpo serían el único remedio,
cuando la piel (lloviendo) te fuese desvaneciendo.
Pero tomé hoy este recuerdo,
lo volqué al fuego y revolví lento;
y como buena alquimista...
lo volví perfecto.
Bien ahí muchacha, no podes decir que no estas inspirada por Ciruelo eh!. te felicito.
ResponderEliminaremmm.. creo que si puedo Eh?!
ResponderEliminarporque no recuerdo haber leído a Ciruelo. je
Sisi, yo te preste ese libro. hablando de memoria...
ResponderEliminarno lo leí Marta.. no lo leí. (asumilo, que ya es hora)
ResponderEliminarno se si fue ciruelo... o quien haya llevado a vos algo de estas palabras... a mi simplemente me fascinaron...
ResponderEliminarbesos paulii...
alquimista
pequeño demomio...